Este es el titulo de una reciente contribución de Isidro Aguilló, via Thinkepi , que luego ha suscitado una serie de intervenciones en Iwetel.
En la misma se comenta que, a pesar de la creciente importancia que ha adquirido la Web, especialmente en el ámbito académico, es todavía muy frecuente observar entre profesores e investigadores actitudes despreciativas hacia sus contenidos.
Opina Isidro que, en este sentido, se está abriendo una “brecha digital” entre los que prácticamente solo utilizan la red como principal fuente y citan sin ningún problema los artículos de la Wikipedia como referencia, y los que no añaden la URL en una cita bibliográfica, cuyo texto completo está disponible gratuitamente en una revista electrónica o repositorio, ya que al parecer ello menoscaba la “calidad” de la referencia.
Aunque los profesionales de la información debemos ser conscientes de la búsqueda de la excelencia por parte del mundo académico, tenemos que tener en cuenta que esta excelencia, ya no solo está ligada a determinadas publicaciones en papel, sino que se ofrece asimismo en versiones electrónicas o en contenidos digitales más informales.
Continua diciendo que hace ya tiempo que muchos Mr. Webs se han doctorado y que desde un punto de vista objetivo la autoría es un fiel indicador de calidad, independientemente del soporte utilizado.
Resalta a continuación la importancia de algunas fuentes académicas disponibles en la web pública, tales como el conocido y criticado Google Scholar, una autentica base de datos de citas, o Scirus que, aunque no alcanza la calidad de Scopus, al menos es gratuita.
En alguno de los comentarios se ha aludido a una conferencia de Manuel Castells en la que afirma que “si los estudiantes viven ya en digital y los profesores insisten en la enseñanza tradicional, la comunicación entre ellos es imposible, se produce una disonancia total».